sábado, 22 de marzo de 2008

El tianguis del Chopo y la gran estafa del rock and roll.

En este país hay muchas cosas cuyo fama esta demasiado inflada, tanto que pareciera que a todo el mundo le da miedo pincharla, es un trabajo difícil, pero alguien lo tiene que hacer.

El tianguis del Chopo, ¿para que remontarme a contar los antecedentes de tal organización si cada que sacan un reportaje en tv los repiten? Mi preocupación no va hacía la trayectoria del sitio (llena de altibajos) sino a lo contemporáneo.

La época en que mas asistí al mentado tianguis cultural fue por ahí del 2000 y del 2001, en aquel entonces era un grunge convencido, (ahora el grunge solo me provoca un rechazo melancólico, como decir “ya no se hace basura como antes”) y me dirigía al lugar para conseguir algún disquito o video de un concierto. Y en esa época detestaba que el lugar estaba lleno de skatitos con sus sudaderas empiojadas bajo el durísimo calor de los sábados a medio día.

Recientemente he regresado al lugar mas por necesidad que por gusto, y mas o menos me encuentro la misma basura, solo que con un colorante diferente, de tal manera que me atrevo a decir que mas que tianguis cultural, se trata del BASURERO CONTRACULTURAL.

¿Y que se encuentra uno al ir al tianguis del Chopo? Pues para empezar, acercándote a la calle te intentan talonear con de uno a diez pesitos, por supuesto si estas dispuesto a darle una sola moneda a esos vagos mereces que te quiten hasta los zapatos, te intentan vender caramelos rancios, el machetearte, o las tradicionales (de quien sabe donde) rosas negras, incluso en una ocasión hasta una tarjeta C&A me ofrecían!

Uno se encuentra hordas y hordas de Emos, y por supuesto kilos y kilos de mercancía para emos, ¿lo cual significa que? Pues nada más y nada menos que en vez de tratarse de un bastión de los renegados y la contracultura, el tianguis es una parte más del sistema, un instrumento más del establishment para tener a los jovencitos tranquilos sin ganas de cometer locuras por ahí.

Porque admitámoslo, la gente que tiene su puesto ahí es comerciante y la razón de vivir de un comerciante es hacer mucho dinero, y si My Chemical Romance les va a dar dinero pues por supuesto habrá My Chemical Romance y circo para el pueblo.

Ah, pero no todo es emo, afortunadamente, también están otros puestos donde se consigue música mas decente, aunque cabe señalar que los precios tienen la misma decencia que los precios en las tiendas de Isaac Masrik, y si te dejas, hasta mas altos. De vez en cuando puedes encontrar aún una verdadera joya perdida, una rareza inconseguible, es raro, pero más raro es que la puedas pagar.

Pues resulta que necesitaba dinero y mi cartera no estaba en condiciones de facilitármelo, así que voltee a ver mis escasas posesiones personales y vi mis discos y pensé “se llamaban chavos”. Y me decidí a llevar unos cuantos discos (no muchos en comparación a la totalidad de la colección) al Chopo, a esa área que esta al fondo dirigida para el intercambio entre los asistentes. Y claro que si nadie tiene nada que te interese pues puedes aceptar ofertas ¿o no?
Total que el primer sábado que asistí fue todo un éxito, en pocos minutos ya había vendido un buen de cd’s, porque la verdad eran de calidad, yo fui muy claro, quería cambios por discos de The Smiths, pero como nadie llevaba tuve que aceptar cash, jaja. El segundo sábado fue el problema, igual ya había vendido un buen, pero hacía falta vender un poco mas, cuando un grupo de mugrosos vulgares de los puestos (de verdad que la descripción es correcta) llegaron a movernos a mi novia y a mi que porque nada mas era para cambios, cero venta. Por supuesto ni los pelamos, nos integramos con los demás y seguimos en lo nuestro. Dos minutos después un tipejo se paró encima de no se que cosa y se puso a gritar para que escucháramos. Resulta que mamá delegación no quería que se vendiera nada en esa zona, que porque era para intercambio y además muchos estaban vendiendo material quemado o pirata. Y que los pobres mártires de los puestos habían luchado mucho para conservar ese espacio y no pensaban perderlo por gente ajena al tianguis.

Ja! ¿O sea que en los puestos no venden piratería? ¡Por favor! Ahí hay más piratería que en un cuento de Salgari. Por supuesto si venden material original, pero también muchísimo quemado, y ni hablar de las camisetas, posters, gorras y toda la parafernalia que dudo que cuente con la bendición de la Virgin Records y demás.

¿Será acaso que más que a la delegación, es a la gente de los puestos a la que le incomoda la presencia de esa competencia? Porque a mi juicio, el mejor material está ahí atrás, la camaradería también, y los precios de verdad son bajos, por ejemplo, nosotros ofrecíamos la Anthology (box set) de John Lennon en 500 pesos, ósea, me hubiera gustado encantarme con esa oferta cuando la compré.

Pero total, uno se evita de esos disgustos evitando asistir a ese lugar ¿o no?

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1 comentarios:

A las 29 de marzo de 2008, 20:08 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Me gusta la mermelada de cereza

 

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